ONLY YOU TUBE
Antes, la televisión era un plomo: vos tenías que esperar que el “programa” empezara a una hora definida por el “canal”, lo veías, soportabas los comerciales, y si no lo habías grabado ¡no lo podías ver más (o, tal vez, NUNCA MÁS)!
Todo así hasta que crearon TiVo en Estados Unidos o You Tube en internet.
Antes, para ver cine tenías que vestirte, ir a la hora prevista por un empresario en su sala ubicada en un punto geográfico determinado, en el cual se te proyectaba el film “elegido”, que debías ver del principio al fin sentado en el mismo lugar, y si osabas ir al baño perdías por ahí una escena clave. También podías elegir verlo por televisión, con las mismas restricciones de lo planteado para la tv. La cosa mejoró en la década del 80 con la aparición del VCR, pero esto implicaba un viaje y transacción con lo que se dio en llamar “video-club”.
Todo así hasta que se inventó el DVD, un precedente significativo de lo que son hoy ya verdaderas innovaciones: el VCD y el DIVX. Ahora para ver cine sólo tenés que planteártelo.
Antes, para escuchar música tenías que vestirte, ir a negocios de venta de (discos) (casettes) (cd), en el cual en el peor de lo casos se les había agotado lo que buscabas y, en el mejor de los casos, te cobraban una barbaridad, que hoy se sabe iba en su mayoría a las arcas de los “sellos grabadores”.
Todo así hasta que se inventaron los grabadores de cd y dvd, y los copiadores y vendedores de copias que pululan por cualquier ciudad.
Antes, para leer un libro debías vestirte e ir hasta una librería, donde pagabas una barbaridad por un libro pulguiento, cuyo altísimo porcentaje iba a las arcas de editoriales que le tiraban unos manguitos a los autores que sólo podían disfrutar de buen dinero cuando vendían los derechos para la filmación de su libro.
Las fotocopiadoras de gran performance se inventaron medio siglo atrás, los scanners hace un cuarto de siglo, la posibilidad de transformar un libro en ebook es más cercana.
Cine, televisión y lectura son apenas aspectos de una puja algo subrepticia en general pero muy activa en lo particular. Incluye a todo el periodismo, a toda la docencia y el hecho de aprender y actualizar, a gran parte de la producción, el transporte, el entretenimiento y, en fin, la vida.
Lo que está en cuestión, en el fondo, y que será EL MOTOR de todos estos cambios mientras la sociedad se mantenga en los carriles capitalistas es el MODELO DE NEGOCIO. Porque el cambio de modelo es lo que dará el tono final al cambio global, en todos los órdenes.
Las “killer applications” se multiplican tanto como la internet, la banda ancha y el wifi lo permiten. Hace poco, en la TAPA DE CLARIN (diario argentino de gran tirada y alcance nacional) se mostraba a una banda casera de chicos del interior que había logrado una audiencia masiva excepcional a través del YOU TUBE. Lo interesante es que para el periodismo (que pretende explicarnos todo) sólo se animan a señalar el fenómeno y APENAS NADA MÁS. Nadie puede explicar ni cómo se generó, ni parte de qué es, ni hacia dónde va ni para qué sirve. Mucho menos establecer ninguna hipótesis.
La acción de los medios masivos de hoy es maravillosa, y produce fenómenos sin un cuerpo teórico hábil para explicarlo a fondo. Al igual que los fuegos artificiales, sirven para deslumbrar en el instante y diluirse en el recuerdo de otros fuegos artificiales presenciados en el pasado, e indistinguibles unos de otros.
Para los nostálgicos, traje este Only you de The Platters de los cincuenta, como manera de agasajar a este siglo de You tube: “Only you can make this change in me; for it's true, you are my destiny. When you hold my hand I understand the magic that you do. You're my dream come true, my one and only you.”
Antes, la televisión era un plomo: vos tenías que esperar que el “programa” empezara a una hora definida por el “canal”, lo veías, soportabas los comerciales, y si no lo habías grabado ¡no lo podías ver más (o, tal vez, NUNCA MÁS)!
Todo así hasta que crearon TiVo en Estados Unidos o You Tube en internet.
Antes, para ver cine tenías que vestirte, ir a la hora prevista por un empresario en su sala ubicada en un punto geográfico determinado, en el cual se te proyectaba el film “elegido”, que debías ver del principio al fin sentado en el mismo lugar, y si osabas ir al baño perdías por ahí una escena clave. También podías elegir verlo por televisión, con las mismas restricciones de lo planteado para la tv. La cosa mejoró en la década del 80 con la aparición del VCR, pero esto implicaba un viaje y transacción con lo que se dio en llamar “video-club”.
Todo así hasta que se inventó el DVD, un precedente significativo de lo que son hoy ya verdaderas innovaciones: el VCD y el DIVX. Ahora para ver cine sólo tenés que planteártelo.
Antes, para escuchar música tenías que vestirte, ir a negocios de venta de (discos) (casettes) (cd), en el cual en el peor de lo casos se les había agotado lo que buscabas y, en el mejor de los casos, te cobraban una barbaridad, que hoy se sabe iba en su mayoría a las arcas de los “sellos grabadores”.
Todo así hasta que se inventaron los grabadores de cd y dvd, y los copiadores y vendedores de copias que pululan por cualquier ciudad.
Antes, para leer un libro debías vestirte e ir hasta una librería, donde pagabas una barbaridad por un libro pulguiento, cuyo altísimo porcentaje iba a las arcas de editoriales que le tiraban unos manguitos a los autores que sólo podían disfrutar de buen dinero cuando vendían los derechos para la filmación de su libro.
Las fotocopiadoras de gran performance se inventaron medio siglo atrás, los scanners hace un cuarto de siglo, la posibilidad de transformar un libro en ebook es más cercana.
Cine, televisión y lectura son apenas aspectos de una puja algo subrepticia en general pero muy activa en lo particular. Incluye a todo el periodismo, a toda la docencia y el hecho de aprender y actualizar, a gran parte de la producción, el transporte, el entretenimiento y, en fin, la vida.
Lo que está en cuestión, en el fondo, y que será EL MOTOR de todos estos cambios mientras la sociedad se mantenga en los carriles capitalistas es el MODELO DE NEGOCIO. Porque el cambio de modelo es lo que dará el tono final al cambio global, en todos los órdenes.
Las “killer applications” se multiplican tanto como la internet, la banda ancha y el wifi lo permiten. Hace poco, en la TAPA DE CLARIN (diario argentino de gran tirada y alcance nacional) se mostraba a una banda casera de chicos del interior que había logrado una audiencia masiva excepcional a través del YOU TUBE. Lo interesante es que para el periodismo (que pretende explicarnos todo) sólo se animan a señalar el fenómeno y APENAS NADA MÁS. Nadie puede explicar ni cómo se generó, ni parte de qué es, ni hacia dónde va ni para qué sirve. Mucho menos establecer ninguna hipótesis.
La acción de los medios masivos de hoy es maravillosa, y produce fenómenos sin un cuerpo teórico hábil para explicarlo a fondo. Al igual que los fuegos artificiales, sirven para deslumbrar en el instante y diluirse en el recuerdo de otros fuegos artificiales presenciados en el pasado, e indistinguibles unos de otros.
Para los nostálgicos, traje este Only you de The Platters de los cincuenta, como manera de agasajar a este siglo de You tube: “Only you can make this change in me; for it's true, you are my destiny. When you hold my hand I understand the magic that you do. You're my dream come true, my one and only you.”
1 Comments:
VHS >> DVD
¿Tenés filmaciones en VHS de tu banda, tu grupo de teatro, tus partidos de futbol favoritos, de tu casamiento, cumpleaños o viajes?
Evitá perder esos valiosos recuerdos. El sistema de cintas magnéticas del VHS va perdiendo calidad con el tiempo, se humedecen los mecanismos y hasta se pueden formar colonias de hongos arruinando para siempre las cintas.
Entrá a
www.restaurame.com.ar
No pierdas tus recuerdos
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