¿ALGUIEN SABE LA VERDAD SOBRE EL CASO BERTAGNI?
Existe mucha gente que por alguna cualidad (ser actor, músico, político, deportista, empresario) gana mucha fama y respeto en la sociedad. Lo cual, en medios como el nuestro supone ganar también bastante dinero. Pero un día, o porque se terminó la fama o el prestigio profesional (y por consiguiente también el dinero), ¡desaparecen! Ningún medio ya lo percibe, ni le interesa; su nombre es borrado de cualquier registro, y fin…
Algunos han sido vueltos a encontrar lejos de su especialidad (a veces en las antípodas mismas) y ya sin fama, manejando kioscos o remises, otras como consortes de personas con dinero que justifica el alejamiento, o al frente de restaurantes, como bañeros de playa (así volví a ver a Benito Durante, de Titanes en el Ring) o paseando en una plaza (me pasó con Emilio Conte, un actor famosísimo en su tiempo por “Los Pérez García” y “La Familia Falcón”). En un libro leí que el amor de mi adolescencia, Delma Ricci, regenteaba un kiosco en Palermo. Algunos otros reaparecieron mal, con gran contundencia, como los chicos de Señorita Maestra, enfrentados con la policía al querer robar un negocio.
Algunos no aparecen porque dejaron de interesar, aunque vuelvan contratados en los barrios, en ciclos nostálgicos como Billy Cafaro, Silvestre o en alguna campaña evangelizadora como Rabito.
Pero el caso que traigo no es de un representante del medio artístico, sino del dueño de Integrafon (o Integraphon, no recuerdo la grafía exacta...)
¿La desaparición del Ingeniero Juan J. Bertagni, titular de la empresa “J.J.Bertagni y Cia” es una leyenda urbana más, o fue en realidad uno de los operativos más espectaculares de los grandes intereses económicos mundiales?
Si buscan en el Google por cualquiera de los datos que aporto, van a ver que encuentran sólo datos escuetos, esquivos, vanos. SIN EMBARGO, AÑOS ATRÁS, FIGURABAN EN LOS BUSCADORES ALGUNOS DATOS MÁS COMPLETOS QUE YA DESAPARECIERON.
Pero, para bajar de tanto misterio, les voy a pasar lo que CANTA MI MEMORIA, recogido entonces de la prensa y que está hoy ya–parece- sin soportes reales.
Allí hacia fines de los sesenta existía una empresita de productos electrónicos llamada Bertagni, que ofrecía en el mercado
productos originales, de diseño exclusivo y con algunas variantes para enfrentar a los modelos “fuertes” de la época: los “combinados” CBS Columbia, Philips, RCA Víctor, Philco, Ken Brown... Las variantes fueron en primer lugar el fabricar equipos “de pie” livianos, ideales para ambientes chicos, con buen sonido y algunos chiches tecnológicos. El primero que apareció fue la inclusión de un transmisor de AM (una rareza que no he visto nunca más en ningún equipo). La utilidad de esto, en épocas en que la FM era una rareza casi sin difusión alguna, era que uno colocaba un “disco” en el living de su casa y podía seguir escuchándolo en cualquier radio que estuviera en otra habitación.
Pero la mayor originalidad apareció allá por 1970, de la mano del genial inventor Bertagni: lo que dio en llamar “planos sonoros”. Se trataba del reemplazo aparentemente definitivo del parlante: en lugar de estos, en los modelos de la casa Bertagni lucían dos “cuadros” de fina reproducción de artistas abstractos desde donde surgía música estéreo en altísima fidelidad.
No soy experto en el tema, pero aquello era lindo y sonaba bien.
El resto de la historia la conocí por notas periodísticas, y salvo que alguien diera una explicación fundamentada, bien puede ser parte de las leyendas urbanas nunca testificadas lo suficiente.
Cuentan que, al comprobar que se trataba por cierto del primer invento que desplazaba al parlante, con otra tecnología y recursos, esto unió a toda la industria mundial del parlante para lograr destruirlo (o al menos neutralizarlo): al invento y al inventor.
Como en el caso de otro ingeniero frustrado,
Preston Tucker, (creador de una serie de innovaciones revolucionarias en sus autos), sus competidores se dirigieron a vencer a Bertagni.
¿Fue esa la razón del cierre de su empresa? ¿Dónde terminaron los planos sonoros? ¿Qué fue de la vida del ingeniero?
Se dice que la cámara de fabricantes le dieron ríos de dinero, lo asociaron, anularon su invento, lo llevaron a vivir muy cómodo y lujoso en un lugar ignoto de los EEUU.
Sería interesante conocer algo real de toda esta historia, ¿no? ¿Alguien puede aportar más datos con olor a certeza?
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