Saturday, March 31, 2007


EL FRACASO TOTAL DE MI CRUZADA POR CONOCER EL PARADERO DE BERTAGNI
En los 60 J.J. Bertagni tenía una fábrica de productos electrónicos, con una característica especial: diseños propios, tanto externos como internos. Para entonces los chinos ni se asomaban a la industria, y en el mercado doméstico la industria nacional era prestigiosa y suficiente. Había marcas como Ken Brown que eran la quintaesencia del buen sonido, y muchas otras en segunda línea: Ranser o Noblex. Las multinacionales estaban todas, pero no importando sino con fábricas, como RCA Victor, CBS Columbia, Philips o Philco.
El ingeniero Bertagni debía luchar contra todos estos monstruos desde su modesto emprendimiento. Hasta que inventó los planos sonoros, que se presentaba como "la creación destinada a desplazar para siempre a los parlantes convencionales".
Fue la última vez que supimos algo de Bertagni. La leyenda dice que "lo compraron los yanquis y se lo llevaron a Estados Unidos", que "le compraron la industria y su invento y borraron todo del mapa". ¿Qué hay de cierto en esto?
¿Es el Ingeniero Bertagni el primer desaparecido tecnológico argentino? ¿Será verdad que "pasó a mejor vida" pero no porque lo hayan matado sino porque lo forraron de dólares a él y su familia para toda la vida?
Apex, una fábrica de productos electrónicos a medida que dice vender "planos sonoros", ante mi pregunta sobre si guardan similitud con los planos de Bertagni contesta "similares características" pero no contesta a mi pregunta.
Darío Gallo (¡mil gracias por promover mi campaña!) publicó mi carta en su weblog, y tal vez con esto logre alguna nueva repercusión...
Mientras tanto, al tema lo rodea el fracaso. Si vos sabés algo, pasame el dato... Mi esperanza es que algún periodista se enganche e investigue.

Wednesday, March 21, 2007


YO SÍ QUE VIVO EN EL FUTURO

Tener sesenta y pico y disfrutar de las cosas que hace medio siglo parecían extrañas, hoy me hace percibir en forma muy clara que vivo en el futuro.

¿O acaso no es eso que pueda ir en el colectivo mirando en un Ipod "Duro de Domar", que ayer grabé porque no llegaba a tiempo a casa para verlo? En casa hay más de un televisor, más de una computadora, varias líneas de teléfono. Para comer pizza basta pedirla y llega a la puerta media hora después. Los pañales no se lavan, se tiran, al igual que las servilletas, los pañuelos y los guantes de goma.

Pero los cambios más notables son los de costumbres que siempre fueron incómodas. Como el lenguaje hipócrita que había antes, el papel "pecador" de las funciones sexuales y, por supuesto los dobles mensajes que generaba todo eso, al pedo.

La gente en las películas, la televisión y el teatro habla como en casa, es como nosotros y a nadie le asombra. Los chicos conocen de la vida tanto como sus padres, el papel de la mujer es cada vez más similar al de los hombres.

Esta bien que cada tanto la cosa trastabilla un poco, como la conducta conservadora del Papa, pero eso son sólo nubecitas.

Yo tenía gran fe en el futuro, por eso lo disfruto.

Y lo lamento, pero en este futuro tan presente hay cada vez más violencia, más injusticia y más miseria. La corrupción ocupó bastante lugar, tal vez el que le dejó el vacío de la hipocresía, la dictadura y la arbitrariedad.

A pesar de todo, me quedo con el futuro.

Friday, March 16, 2007

¿ALGUIEN SABE LA VERDAD SOBRE EL CASO BERTAGNI?
Existe mucha gente que por alguna cualidad (ser actor, músico, político, deportista, empresario) gana mucha fama y respeto en la sociedad. Lo cual, en medios como el nuestro supone ganar también bastante dinero. Pero un día, o porque se terminó la fama o el prestigio profesional (y por consiguiente también el dinero), ¡desaparecen! Ningún medio ya lo percibe, ni le interesa; su nombre es borrado de cualquier registro, y fin…
Algunos han sido vueltos a encontrar lejos de su especialidad (a veces en las antípodas mismas) y ya sin fama, manejando kioscos o remises, otras como consortes de personas con dinero que justifica el alejamiento, o al frente de restaurantes, como bañeros de playa (así volví a ver a Benito Durante, de Titanes en el Ring) o paseando en una plaza (me pasó con Emilio Conte, un actor famosísimo en su tiempo por “Los Pérez García” y “La Familia Falcón”). En un libro leí que el amor de mi adolescencia, Delma Ricci, regenteaba un kiosco en Palermo. Algunos otros reaparecieron mal, con gran contundencia, como los chicos de Señorita Maestra, enfrentados con la policía al querer robar un negocio.
Algunos no aparecen porque dejaron de interesar, aunque vuelvan contratados en los barrios, en ciclos nostálgicos como Billy Cafaro, Silvestre o en alguna campaña evangelizadora como Rabito.
Pero el caso que traigo no es de un representante del medio artístico, sino del dueño de Integrafon (o Integraphon, no recuerdo la grafía exacta...)
¿La desaparición del Ingeniero Juan J. Bertagni, titular de la empresa “J.J.Bertagni y Cia” es una leyenda urbana más, o fue en realidad uno de los operativos más espectaculares de los grandes intereses económicos mundiales?
Si buscan en el Google por cualquiera de los datos que aporto, van a ver que encuentran sólo datos escuetos, esquivos, vanos. SIN EMBARGO, AÑOS ATRÁS, FIGURABAN EN LOS BUSCADORES ALGUNOS DATOS MÁS COMPLETOS QUE YA DESAPARECIERON.
Pero, para bajar de tanto misterio, les voy a pasar lo que CANTA MI MEMORIA, recogido entonces de la prensa y que está hoy ya–parece- sin soportes reales.
Allí hacia fines de los sesenta existía una empresita de productos electrónicos llamada Bertagni, que ofrecía en el mercado productos originales, de diseño exclusivo y con algunas variantes para enfrentar a los modelos “fuertes” de la época: los “combinados” CBS Columbia, Philips, RCA Víctor, Philco, Ken Brown... Las variantes fueron en primer lugar el fabricar equipos “de pie” livianos, ideales para ambientes chicos, con buen sonido y algunos chiches tecnológicos. El primero que apareció fue la inclusión de un transmisor de AM (una rareza que no he visto nunca más en ningún equipo). La utilidad de esto, en épocas en que la FM era una rareza casi sin difusión alguna, era que uno colocaba un “disco” en el living de su casa y podía seguir escuchándolo en cualquier radio que estuviera en otra habitación.
Pero la mayor originalidad apareció allá por 1970, de la mano del genial inventor Bertagni: lo que dio en llamar “planos sonoros”. Se trataba del reemplazo aparentemente definitivo del parlante: en lugar de estos, en los modelos de la casa Bertagni lucían dos “cuadros” de fina reproducción de artistas abstractos desde donde surgía música estéreo en altísima fidelidad.
No soy experto en el tema, pero aquello era lindo y sonaba bien.
El resto de la historia la conocí por notas periodísticas, y salvo que alguien diera una explicación fundamentada, bien puede ser parte de las leyendas urbanas nunca testificadas lo suficiente.
Cuentan que, al comprobar que se trataba por cierto del primer invento que desplazaba al parlante, con otra tecnología y recursos, esto unió a toda la industria mundial del parlante para lograr destruirlo (o al menos neutralizarlo): al invento y al inventor.
Como en el caso de otro ingeniero frustrado, Preston Tucker, (creador de una serie de innovaciones revolucionarias en sus autos), sus competidores se dirigieron a vencer a Bertagni.
¿Fue esa la razón del cierre de su empresa? ¿Dónde terminaron los planos sonoros? ¿Qué fue de la vida del ingeniero?
Se dice que la cámara de fabricantes le dieron ríos de dinero, lo asociaron, anularon su invento, lo llevaron a vivir muy cómodo y lujoso en un lugar ignoto de los EEUU.
Sería interesante conocer algo real de toda esta historia, ¿no? ¿Alguien puede aportar más datos con olor a certeza?

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Wednesday, March 14, 2007


ONLY YOU TUBE
Antes, la televisión era un plomo: vos tenías que esperar que el “programa” empezara a una hora definida por el “canal”, lo veías, soportabas los comerciales, y si no lo habías grabado ¡no lo podías ver más (o, tal vez, NUNCA MÁS)!
Todo así hasta que crearon TiVo en Estados Unidos o You Tube en internet.
Antes, para ver cine tenías que vestirte, ir a la hora prevista por un empresario en su sala ubicada en un punto geográfico determinado, en el cual se te proyectaba el film “elegido”, que debías ver del principio al fin sentado en el mismo lugar, y si osabas ir al baño perdías por ahí una escena clave. También podías elegir verlo por televisión, con las mismas restricciones de lo planteado para la tv. La cosa mejoró en la década del 80 con la aparición del VCR, pero esto implicaba un viaje y transacción con lo que se dio en llamar “video-club”.
Todo así hasta que se inventó el DVD, un precedente significativo de lo que son hoy ya verdaderas innovaciones: el VCD y el DIVX. Ahora para ver cine sólo tenés que planteártelo.
Antes, para escuchar música tenías que vestirte, ir a negocios de venta de (discos) (casettes) (cd), en el cual en el peor de lo casos se les había agotado lo que buscabas y, en el mejor de los casos, te cobraban una barbaridad, que hoy se sabe iba en su mayoría a las arcas de los “sellos grabadores”.
Todo así hasta que se inventaron los grabadores de cd y dvd, y los copiadores y vendedores de copias que pululan por cualquier ciudad.
Antes, para leer un libro debías vestirte e ir hasta una librería, donde pagabas una barbaridad por un libro pulguiento, cuyo altísimo porcentaje iba a las arcas de editoriales que le tiraban unos manguitos a los autores que sólo podían disfrutar de buen dinero cuando vendían los derechos para la filmación de su libro.
Las fotocopiadoras de gran performance se inventaron medio siglo atrás, los scanners hace un cuarto de siglo, la posibilidad de transformar un libro en ebook es más cercana.
Cine, televisión y lectura son apenas aspectos de una puja algo subrepticia en general pero muy activa en lo particular. Incluye a todo el periodismo, a toda la docencia y el hecho de aprender y actualizar, a gran parte de la producción, el transporte, el entretenimiento y, en fin, la vida.
Lo que está en cuestión, en el fondo, y que será EL MOTOR de todos estos cambios mientras la sociedad se mantenga en los carriles capitalistas es el MODELO DE NEGOCIO. Porque el cambio de modelo es lo que dará el tono final al cambio global, en todos los órdenes.
Las “killer applications” se multiplican tanto como la internet, la banda ancha y el wifi lo permiten. Hace poco, en la TAPA DE CLARIN (diario argentino de gran tirada y alcance nacional) se mostraba a una banda casera de chicos del interior que había logrado una audiencia masiva excepcional a través del YOU TUBE. Lo interesante es que para el periodismo (que pretende explicarnos todo) sólo se animan a señalar el fenómeno y APENAS NADA MÁS. Nadie puede explicar ni cómo se generó, ni parte de qué es, ni hacia dónde va ni para qué sirve. Mucho menos establecer ninguna hipótesis.
La acción de los medios masivos de hoy es maravillosa, y produce fenómenos sin un cuerpo teórico hábil para explicarlo a fondo. Al igual que los fuegos artificiales, sirven para deslumbrar en el instante y diluirse en el recuerdo de otros fuegos artificiales presenciados en el pasado, e indistinguibles unos de otros.
Para los nostálgicos, traje este Only you de The Platters de los cincuenta, como manera de agasajar a este siglo de You tube: “Only you can make this change in me; for it's true, you are my destiny. When you hold my hand I understand the magic that you do. You're my dream come true, my one and only you.”

Tuesday, March 13, 2007


COMO UN ACRÓBATA DEMENTE SALTARÉ

En un corto término de tiempo, dos egregias figuras políticas femeninas han sido discriminadas por locas.

Primero fue Cristina Kirchner.

Según la revista Noticias, es posta que es Bipolar. Es decir: a veces maníaca, a veces depresiva. Esto no es bueno para ningún marido, alumno ni vecino: de pronto se transforma en una mujer que llora o que te empuja y alienta porque eres el mejor. Todo así, para la futura candidata a la primera magistratura.

Ahora lo anuncian con Isabel Perón (o María Estela Martínez, según su pasaporte). Sus abogados declaran que es Bipolar. Todo así, para la ex primera magistrada.

Pasa que la locura está de moda. No hay ninguna chica argentina que no haya pasado ya por la terrible experiencia de una buena depresión, una fobia o un buen ataque de pánico. Los psicólogos están recontentos. Todas las teorías se cumplen en la Argentina, este es un medio freudo-lacaniano. Sin dudas.

Wednesday, March 07, 2007



In Memoriam
Tenía 14 años cuando mi vocación por la literatura (posterior a mis otras diez o doce vocaciones ya detectadas y hasta olvidadas) tomó forma real y se cristalizó en verdadero deslumbramiento por el periodismo.
Es que una campaña de marketing muy fuerte había resucitado al diario “El Mundo”: cada día tenía un suplemento de varias páginas con un tema distinto, y saltando por encima del periódico diario que compraba mi padre (“La Razón”, un vespertino con tendencias amarillistas), mi madre colaboraba con las monedas que hacían falta para comprarlo.
Hasta alcanzar la edad necesaria para ejercer el periodismo, me dedicaría a leerlo: eso quedaba claro. Después fui encandilado por Primera Plana y todas sus estrellas: Timmerman, Martínez, Delgado, Algañaraz, Schoo, Casasbellas, Borrini, Soriano, Grondona, Troiani... Porque la propuesta de Primera Plana era seductora de punta a punta, por primera vez te dejaba sospechar que el futuro que ibas a vivir ya lo tenías al alcance del kiosco apenas. Por primera vez no se hacía periodismo a la medida del pensamiento del poder, fueran los ricos o el gobierno o partido de turno, sino con un interés de marketing: hacer una publicación que “prenda” y permita crecer las ventas.
Para que tengan una idea del espíritu aquel, cito textualmente a Ernesto Schoo: “Era increíble la influencia de Primera Plana en esa época. Nos dimos cuenta de que la revista implantaba modas, determinaba si una obra o una película seguía o no en cartel. Y empezamos a tomarnos eso como un juego. Por ejemplo, introducíamos palabras estrafalarias que nadie usaba, como un juego. Teníamos una broma cruel: ¿cuál es el perfil del lector de Primera Plana? El joven odontólogo en ascenso. En esa época era verdad, había una clase media en ascenso que compraba libros, discos y hasta cuadros, había una movilidad muy grande, una explosión de juventud. La nuestra es una sociedad muy formal, muy conservadora, y Primera Plana aparece un poco burlándose de los políticos, los funcionarios, sin esa cosa ceremoniosa con que el periodismo trataba siempre a Su Excelencia el Señor Ministro. Nosotros escribíamos que Fulano entraba a su despacho, se sacaba la corbata, se sentaba... lo contábamos como un cuento. Es que casi todos éramos escritores, era una redacción de escritores. Fue una época lindísima que se acabó con Onganía y por la actitud que la revista tomó hacia Illia. Mientras duró, yo me divertía como loco, con la distancia que me daba ser un poco mayor que los demás. Después vino Onganía, el dictador más funesto para la cultura argentina. Ahí apareció una cara argentina que también es real, despótica, fascista.”
Sobre la fórmula que usó Timerman se ha hablado mucho, y poco se ha podido o querido imitar: a él le funcionaba, al menos. Liberal en lo político, conservador en lo económico y revolucionario en lo cultural, aquel nuevo periodismo juntaba a una élite sin mucho nombre aún, pero de excelentes pensadores y que sabían seducir al lector.
La historia de Primera Plana es conocida porque el estilo periodístico rioplatense tiene un antes y un después de esta brillante revista. Cuando don Jacobo se fue tras nuevos destinos (Confirmado y más tarde La Opinión) la revista quedó en manos de Tomás Eloy Martínez, que ya se revelaba como el tipo que mejor trataba las letras en Argentina. Contaba: "el proyecto literario, en general consistía en la imposición de determinados códigos de comunicación, y consecuentemente en la imposición de esos códigos a una minoría, que a su vez servía de elemento difusor. Se trata de lo que por entonces en la revista llamábamos la teoría de la mancha de aceite, que consistía en tocar el centro de decisión intelectual para proyectar, desde allí, al resto de la comunidad nuestro lenguaje".
En 1965 aparecieron en Primera Plana los primeros artículos sobre marketing, medios y publicidad. Su estilo modernizó el discurso periodístico definiendo una línea editorial característica del periodismo vanguardista, Primera Plana convirtió la actualidad en espectáculo utilizando estos recursos: titulares creativos-estilo de escritura rebosante de indicios metafóricos y referencias irónicas para lectores sagaces-narraciones construidas desde la ficción (eran frecuentes los comienzos novelados de algunas notas político informativas)- reproducción de múltiples voces alrededor de un hecho. (cita de “Medios Periodísticos”).

De a poco fui mamando un periodismo distinto, todos surgidos –en forma casi inevitable- con la Primera Plana como sombra: Confirmado (del mismo Timmerman), Análisis, Panorama (con Tomás Eloy Martínez), Extra (de Bernardo Neustadt).
Cuando Confirmado apareció, comencé a leer dos revistas, ambas como partes de un único semanario: la prensa de Timerman.
Hasta que unos cuantos años después, aquel viejo genial decidió iniciar una nueva aventura, final y quizá el mejor momento por el que haya pasado el periodismo de este país: “La Opinión”. Es decir: ya nunca más el tiempo alcanzó para poder leer el diario. ¡Las notas eran profundas, extensas, interminables! Uno quería sólo leer…
Pero “La Opinión” como el arte, la cultura y la ciencia entraron en un profundo cono de sombras al compás de marchas militares. Y el periodismo no iría a ser igual. En Argentina el periodismo murió casi, al menos hasta la aparición de la revista Humor, o Humor Registrado o Hum R, o como quieran llamarla.